CAPITULO 16 Mi Mama lo vale todo

Era inevitable pensar en lo que me esperaba ya estando fuera del hospital. Era un panorama desalentador, el trabajo, la casa, mi mamá, mi esposo y todo lo que me rodeaba.

Pensaba que una solución era cambiar de lugar de trabajo o inclusive, trabajar en otra cosa, pero como lo comenté antes, amaba mi trabajo, me era muy difícil renunciar.

Me sentía culpable con mi mamá, porque no le estaba brindando tiempo de calidad, no estaba tan atenta a sus necesidades, me aislaba un poco de ella para no lastimarla, sin embargo me propuse hacer todo lo contrario.

Tenía en mis pensamientos cuidarla más, poner mas atención a sus problemas, porque ella los tenía también, aunque mi esposo y yo siempre estábamos pendientes de que no le faltara nada, de estar tranquilos y contentos para ella. Ya teníamos muchos años conviviendo juntos y nos llevábamos muy bien, pero con mi enfermedad nunca se sabe.

Ella sabe que estoy pasando por algo pero no lo puede distinguir, a veces piensa que la culpa es de ella, por supuesto que no es así. Es mi culpa y nada más! hago todo lo que puedo para que ella no se de cuenta, pero a veces me ganan los sentimientos.

La amo con todo mi ser y tontamente le decía "que si ella se iba, que me llevara con ella, o sea si muriera, yo no quería existir más en esta tierra" y me decía que "SI" siempre! Ella tampoco quería dejarme, entonces comprendía el amor que una madre tiene con sus hijos. 

Para ese entonces ella ya tendría la edad de 83 o 84 años, lo que yo debería darle es calidad de vida, así lo empecé a hacer y lo sigo haciendo, aunque no viva en estos momentos conmigo.