Miedo a la luz

Como me gustan los villancicos, desde niña, mis papás nos ponían una emisora en la radio para oirlos cada mañana en época navideña, nos los sabíamos todos, cantábamos felices todos los días, mis dos hermanas y yo, que éramos las 3 menores, después seguía la narración de un cuento que también escuchábamos. Luego pasábamos a la televisión a ver nuestras fábulas favoritas como Heidi, burbujas, el chavo, candy, marco y muchas otras que no me acuerdo ahora. Era entretenimiento más sano de lo que hay ahora, pero todo tiene que cambiar, según pasa el tiempo, no puedes ir contra corriente.  Volviendo a los días festivos un día pensé que necesitaba salir sola, a comprar ciertos detalles que todavía me hacían falta para navidad. Gracias a Dios logré salir y con toda plenitud (por que me cuesta mucho salir de la casa), tuve que dejar a mi mamá con una de mis hermanas, para que no se quedara sola, ella estaba pasando por varios cambios, ya era una adulta mayor, le daba más dolores

Era un viernes, día de rebajas en muchas tiendas, ya se acercaba la navidad y para promocionar nuevos productos, teníamos la dicha de comprar cosas de todo tipo a muy buen precio, eso sí, había que caminar por todas las tiendas para ver lo que ofrecía cada una de ellas, como buena mujer me encantan las compras y cosas nuevas, claro, todo con medida. Hacía una tarde preciosa con un calorcito rico, un aire fresco, el paisaje era como una acuarela como pocas he visto, sin palabras... Empecé a disfrutar ese momento y resultó mejor, como hace mucho no lo hacía, mi sobrino Samuel andaba conmigo, estábamos muy contentos los dos. Nos fuimos de shopping,  que divertido, él se apuntaba conmigo, nos reíamos de todo, compramos un par de cosas para los dos. Luego disfrutamos de una suculenta hamburguesa con papas fritas, hasta un batido, muy rico todo, conversamos mucho, de todo, el comprendía mi situación, así que cada vez que nos veíamos, me alentaba mucho, trataba siempre de ha