Capitulo 14 Año nuevo, recaída nueva
Quería dejar esta historia, ya no vivir más en la oscuridad, en este sitio he aprendido tanto de las personas que están a mi alrededor y de la palabra "locura", no puedo creer que nos digan locos, se burlen de nosotras, cuando hay tanta gente afuera que no acepta sus problemas, siguen una vida miserable con tal de que no los etiqueten, pero que confundidos están, porque cualquiera de nosotros falla, le puede pasar lo mismo, pareciera como si ellos necesitaran más que los que estamos adentro.
Como otro comienzo de año te cuento esta noticia tan desalentadora, pero es mi realidad, segundo internamiento por consumo excesivo de psicotrópicos (sustancias que alteran la mente)
Era mi tercer día, seguía escribiendo lo que pasaba por mi cabeza, me notaba cómoda, como si me quitara un peso de encima, aunque le hubiera hecho algo malo a mi cuerpo, no me importaba, porque ya estaba acá internada, pero también sentía que era como un vicio, estar en el hospital.
El psiquiatra que me atendió me volvió a cambiar las dosis, también algunos de los medicamentos, pero notaba que no me iba muy bien porque lo más importante era, por lo menos dormir lo mejor que se pudiera. Cuesta mucho por el lugar porque lo más feo, de estar ahí, son las noches en vela.
Que rápido pasaba el tiempo ya era fin de semana me sentía muy tranquila, tal vez con un poco de ansiedad por la espera que he tenido para ver a mi esposo. Ese es un precio más que hay que pagar.
Le pedía a Dios que todo esto fuera una enseñanza, tenía muchas ganas de verlo, lo amo a pesar de todo lo que hemos pasado, es el hombre más atento, cariñoso, complaciente, en resumen el hombre que todas las mujeres desearían.
Claro nada en la vida es perfecto y no somos la excepción, también llegaron a verme algunas de mis hermanas , todas lindas, ellas tal vez no lo saben pero me hacían sentir muy bien. Se los agradezco tanto porque nunca estuve sola en estos procesos.
En esos momentos de visita, ya cuando se acaba la hora, me quedo con una tristeza, pienso que ojalá sea la última vez en ese lugar. Pero es un poco contradictorio para mi, porque al principio de este capítulo deseaba estar.
El día que más esperaba era el miércoles porque llegaba una de las damas voluntarias a enseñarnos a hacer bisutería, pasamos 2 horas inventando nuestros diseños de cualquier cosa, a mi me gustaban los aretes y pulseras, me hice amiga de la señora, ella me ayudaba a hacer cosas más elaboradas, hasta me dejaba material para entretenerme.
También nos enseñaba a hacer tarjetas, de revistas que las personas llevaban y dejaban para que cualquiera los usara. En realidad yo trataba de cambiar el chip para sentirme cómoda cada día, aunque mi calvario fueran las noches, no solo para mi, lo era para todas.
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