Capítulo 11 El hubiera no existe

Entre tantas frases que me gustaban y guardaba para mi, encontré esta pequeña nota del libro El Alquimista de Paulo Coelho, que quiero compartir con ustedes:

 "El primero en pedir perdón,

   es el más valiente...

   El primero en perdonar,

   es el más fuerte...

   El primero en olvidar,

   es el más feliz..."

Hoy es uno de esos días en los que quiero sonreír después de haber llorado por mucho tiempo. Lloré por muchas personas que sigo queriendo con toda mi alma, aunque de forma más libre y completa. Nadie le pertenece a nadie, aprendí que las personas van llegando a tu vida cuando deben llegar, por algo, siempre por algo...

Estuve unos días en un lugar al que disfruto mucho ir porque es en la montaña, he reflexionado, reído, llorado, confesado de todo un poco con mi amado esposo, él, la persona que siempre ha estado a mi lado, que a pesar de todos y tantos momentos difíciles, situaciones y demás, nunca desfalleció, no se dió por vencido, para recuperar nuestro matrimonio, aun así, seguimos intentándolo, estas son unas palabras que escribí para el :

"Me has dado el placer de encontrarnos a nosotros mismos, de madurar y dejar atrás todo, ver hacia adelante, nos queda mucho por hacer, no somos perfectos, tú me iluminas, haces que sea una mejor persona, mejor esposa y que sienta que tengo un propósito por cumplir"  

Todo esto estaba pasando por mi mente, agradecida de estar viviendo, bien dice el dicho: "Después de la tempestad, viene la calma" claro, tenía que salir, tratar de avanzar, porque la enfermedad se apoderaba de mí. He tratado de estar bien pensando en mi trabajo, pero de una manera que me pueda ayudar, no a estresarme nuevamente.

Ya ha pasado un buen tiempo, decidí para no tener tantas incapacidades y problemas en mi trabajo, pedir un permiso sin goce de salario de 6 meses, para probar estar en casa con mi mamá, atender a mi esposo y no tener encima el acoso laboral que he vivido por muchos años. Luego les contare sobre esa otra parte.

En realidad lo hablé con mi esposo y acordamos que lo iba a pedir, con una consecuencia económica  importante, ya cuando estuve en la casa me estresaba por el dinero que hacía falta, ni siquiera tenía monedas para el autobús u otras cosas personales, empecé con crisis nuevas que no había experimentado, me sentía encerrada como en una jaula, fue horrible! que horror! me decía una y otra vez ...que hice? solo esperaba el momento de volver a entrar a trabajar, ver gente, me dejé llevar por mi depresión, ahora comprendía que más bien en el trabajo me distraía, hacia lo que me gustaba, me sentía siempre realizada. Tenía que volver a recuperar eso que era importante para mi.

Cuando mi esposo trabaja horas extras, que significa 15 horas al día, peor aun cuando amanece lloviendo, lo único que quisiera es que se quedara conmigo durmiendo, no dejarme sola...tan sola, como tanto tiempo he pasado. Luego tuve que trabajar igual horas extra, para poder solventar nuestra situación económica.

Cuando recuerdo esos episodios, que todavía me pasan, me deprimo mucho, pero pongo un cerrojo en donde no entra ni sale nadie, soy yo nada más.

Precisamente este día me puse a pensar en que llevo mucho tiempo sin escribir, me parece mentira, pero me hace falta, han pasado tantas cosas, que definitivamente lo hubiera hecho, en fin no se dió, ni modo. Otros días terribles siguieron, pero pienso a veces que por mi problema les doy mucha importancia, así es mi mundo de costumbres, esa es la rutina que tenemos los seres humanos.

Como cuestan los matrimonios de verdad, si realmente amas a alguien lo amas como es, esa persona debería hacer lo mismo. Creo que todos tenemos los mismos problemas, discusiones o como lo quieran llamar, pero depende de nosotros, si creemos realmente en nuestro amor, seguiremos juntos hasta el final. 

#depresión#ansiedad