capitulo 6 Continuemos...
Un día como todos, despertar y no ver ninguna diferencia, pero que voy a esperar si lo que quiero nunca llega, mi paz no funciona, me confundo con la realidad, porque tengo que fingir algo y alguien que no soy, no hay diferencia entre los días, todos negros, grises si me iba bien.
Me desespero y pienso: necesito vida, yo con mis manías desperdiciaba mi tiempo. Por lo menos pensaba en Dios, sólo ÉL entendía mis enredos y mis pleitos con ÉL mismo, le pedía que abriera mi cerebro pero al mismo tiempo me daba temor volver a aprender, a dar pasos, puesto que no podía retroceder, como cuando un niño empieza a caminar, pero me hartaba muy rápido y volvía a mi rincón donde sólo yo podía decir, sentir y disfrazarme sin que se dieran cuenta.
Así pasaban los días casi todos iguales, sin ninguna mejoría, escribiendo y pidiéndole a Dios una luz, pero me daba miedo, entonces retrocedía al hueco de la oscuridad donde al menos ÉL siempre me encontraba, no se si era masoquista conmigo misma, porque hasta Dios se cansa de esas actitudes, igual que las personas a mi alrededor, sigo mis relatos del día a día y solo cambian ciertas cosas o situaciones.
Fui a consulta con una doctora psiquiatra en consultorio privado, ella comprendió mi situación y estuvo de acuerdo en incapacitarme 1 mes, yo pensaba ¨ayudame Dios para que en mí trabajo no me den problemas¨
Esto porque ya se me acababa la incapacidad anterior que ella misma me había dado en el hospital y pensé en ir a verla para ver que solución me daba. En la mañana del día siguiente presenté la documentación correspondiente en la clínica pero todo se derrumbo, no quisieron aceptar la incapacidad o dictamen médico y me dijeron que solo tenía derecho a 3 días y que tenía que sacar cita con el psiquiatra de la clínica para que me valorara, o sea imposible, desgraciadamente el psiquiatra era una persona clasista y como no tengo un título académico mayor, nunca me incapacitó , yo no existía para él, me decía que siguiera tomando los medicamentos y que estaba bien, que así podía trabajar, que controlara mis crisis, como si fuera tan mágico y fácil.
Después de unas 2 semanas tuve que pedir un permiso sin goce de salario, porque no soportaba quedarme en ese lugar, era una persona que estaba en la fase de maquinar como hacerme daño a propósito, para no asistir al trabajo, tan grave y tan bajo caí, pero aun así era mi mejor plan, aunque a veces tomaba bastantes pastillas llegaba casi dormida al trabajo, lo malo es que empezaba a equivocarme y olvidarme de las cosas que realizaba y afectaba mi desempeño, entonces tenía que empezar de nuevo, eso hacía que fuera más lenta, todos lo notaban y trataban de no meterse conmigo.
A veces me esforzaba para que mi mundo fuera nuevo y no extraño, pero no funcionaba. Muchas veces tuve que ir a trabajar a la fuerza y mi actitud era siempre estar a la defensiva con tal de que no me hablaran y se metieran conmigo, a pesar de esto, tuve personas que comprendían mi situación y me ofrecían su amistad y ayuda, eso siempre lo he valorado y lo sigo haciendo porque realmente eran verdaderos compañeros, muy pocos por cierto.
A pesar de todo vuelvo a mi oscuridad, donde me siento más segura, le rogaba a Dios:
¨Llename Señor de ti, no soy digna ni siquiera de pedírtelo pero no te apartes de mi porque hay un abismo esperándome¨ Entendí bien que eras mi única solución a todo, gracias Señor por no dejarme, aún sin valer la pena, corrígeme, ayúdame a que la gente correcta se acerque a mí con tu gracia, AMEN.
Pensaba en un pasaje de la biblia que ÉL me reveló: ¨si Dios está conmigo, quién contra mí, cuando se juntaron mis enemigos para comer mis carnes ellos tropezaron y cayeron, aunque un ejercito acampe contra mí, no temerá mi corazón, aunque contra mí se levante guerra YO estaré confiada¨
Es el salmo 37, esa fue la palabra que en algún momento Dios me regalo, en los instantes más solos de mi ser, era lo único que valía la pena, era como un milagro, Dios nunca me abandonó, lo que pasaba era que yo me escondía de Él, cuando me metía en ese hueco que hice pero Él estaba a mi lado, no me dejó en ningún momento sola y todos los días me esperaba.
¨ Estoy bien¨
Son 9 letras con 2 palabras = 1 mentira
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